En este artículo, nuestro propósito será ofrecer algunas reflexiones nacidas de la experiencia profesional en el ámbito del diseño y las prácticas activistas. En este sentido, una primera hipótesis es que muchos de los proyectos de diseño socialmente comprometidos son genuinamente pedagógicos, porque mezclan los procesos educativos y la creación, aportando una experiencia diferente a la educación-formal-del-diseño.