Los trastornos de conducta alimentaria constituyen alteraciones en la ingesta de alimentos, en
personas que presentan patrones distorsionados en el acto de comer en respuesta a un impulso
psíquico.
La evidencia disponible sugiere que los hijos/as de madres con patologías alimentarias están en
alto riesgo de desarrollar desórdenes en la conducta alimentaria, el objetivo de esta revisión es
analizar las consecuencias de dichos trastornos presentes en la madre y sus implicancias en el
desarrollo de la conducta alimentaria y relación con sus hijos/as.
Los resultados mostraron que las madres que presentaban TCA mostraban un vínculo afectivo
deficitario con sus hijos, siendo el período más crítico el de la lactancia materna, en el cual se
apreciaba un estilo de apego evitativo, afectando la futura vinculación madre-hijo. Se encontró
que los hijos/as de madres con TCA presentaban mayor internalización y externalización de los
síntomas de un desorden alimenticio tales como comer en exceso, alimentación selectiva y
presentar sentimientos de culpa a la hora de comer.
Es posible concluir que existe una particular relación entre la presencia de un TCA materno y su
ocurrencia en hijas/os, considerándose un factor de riesgo para su desarrollo. La detección
prematura de estos trastornos adquiere una relevancia trascendental permitiendo enfocar una
mejor aproximación terapéutica.
Los trastornos de conducta alimentaria constituyen alteraciones en la ingesta de alimentos, en
personas que presentan patrones distorsionados en el acto de comer en respuesta a un impulso
psíquico.
La evidencia disponible sugiere que los hijos/as de madres con patologías alimentarias están en
alto riesgo de desarrollar desórdenes en la conducta alimentaria, el objetivo de esta revisión es
analizar las consecuencias de dichos trastornos presentes en la madre y sus implicancias en el
desarrollo de la conducta alimentaria y relación con sus hijos/as.
Los resultados mostraron que las madres que presentaban TCA mostraban un vínculo afectivo
deficitario con sus hijos, siendo el período más crítico el de la lactancia materna, en el cual se
apreciaba un estilo de apego evitativo, afectando la futura vinculación madre-hijo. Se encontró
que los hijos/as de madres con TCA presentaban mayor internalización y externalización de los
síntomas de un desorden alimenticio tales como comer en exceso, alimentación selectiva y
presentar sentimientos de culpa a la hora de comer.
Es posible concluir que existe una particular relación entre la presencia de un TCA materno y su
ocurrencia en hijas/os, considerándose un factor de riesgo para su desarrollo. La detección
prematura de estos trastornos adquiere una relevancia trascendental permitiendo enfocar una
mejor aproximación terapéutica.