Vargas C., RodrigoRodríguez T., Juan CarlosArias N., Priscila2019-05-222019-05-2201/08/20180719-515Xhttp://hdl.handle.net/11447/2452El diseño, en sentido amplio, es definido como un campo de acción de prefiguración de la artificialidad, a través deproyectos para la producción seriada de objetos, artefactos,servicios, dispositivos de comunicación o sistemas más complejos. en la sociedad actual, organizada y estructurada mediante el trabajo especializado, los objetos pasan a ser bienes de consumo que activan las dinámicas del mercado, donde son adquiridos por individuos para responder a necesidades funcionales, pero también, a través de ellos, se configura la cultura material y determinan los modos de interacción social. a partir de esto último, la profesión de diseñar por sus contribuciones a la industria, la economía y la cultura, se vuelve un acto político en sí mismo; sin embargo, en este artículo se sostiene que el diseño visto solo como un agilizador de mercado, disminuye sus posibilidades de avanzar hacia una profesionalización de la práctica y formación de una comunidad disciplinar.esDiseño, sobrediseño y comunidad epidémica. Una discusión sobre los límites del campo profesionalArticle