Raineri Bernain, Gonzalo2017-12-192017-12-1901/01/2016Base, Diseño e Innovación, 2016, Vol.3, Nº2, pp. 218-2250719-515Xhttp://hdl.handle.net/11447/1781En La batalla entre los libros antiguos y modernos, Jonathan Swift en el siglo XVIII realiza una caracterización de un largo debate intelectual aun existente hasta hoy en parte de la academia. Esta división se daba por el conocimiento paleoterico o el antiguo, clásico, y, en contraposición, el "neoterico" que reflejaba el nuevo conocimiento teórico-científico, el cual permitiría arrastrar el desarrollo humano hacia delante. El diseño era ubicado dentro de paleoterico, por ser considerado en la época como algo de características básicas y basadas en la experiencia empírica histórica. Francis Bacon -ya en el siglo XVII- deseaba instaurar un gran campo del conocimiento que permitiese hacer creaciones artificiales para así poder moldear y modificar la naturaleza para beneficio del ser humano. El diseño era visto antes del siglo XX como un oficio al servicio de otras disciplinas mayores. La creación de cosas artificiales no era apreciada dentro de las universidades, puesto que estas se preocupaban principalmente de la teoría. La práctica solamente era tolerada como prueba para poder sustentarla. La creación se consideraba de utilidad solo para poder realizar instrumentos conducentes a la práctica y así posteriormente poder confirmar la teoría. Lo que resultaba del ejercicio práctico y que era sujeto de conocimiento, desde el campo del conocimiento era visto bajo una perspectiva histórica. Desde el Renacimiento caían dentro del concepto de Bellas Artes, cuyo objetivo era alimentar el espíritu. En el siglo XVI, aparecen las primeras escuelas y academias en las cuales se enseñaba a hacer cosas, fuera del ámbito académico universitario. En 1796, Sir Joshua Reynolds en su discurso inaugural de la Real Academia de Artes señala que: “Si una escuela de Artes solo está basada en consideraciones mercantiles no alcanzará ni siquiera a satisfacer sus propios requerimientos. Si su inicio no se da basado en principios de mayor estatura, el buen gusto será incapaz de florecer en sus productos. Pero si las elevadas Artes de Diseño florecen, todas sus intenciones serán llenadas.” Sir Joshua Reynolds, 1796. (Buchanan, 2001).218-225spaEducación en diseñoRichard BuchananWalter GropiusEscuela de diseño de Carnegie MellonComparativa de la educación del diseño según las miradas de Gropius y BuchananArtículo