Abstract:
Desde 1947, en que fue descubierto en Uganda (África), el virus Zika ha ido expandiendo su rango geográfico siguiendo una dirección de occidente a oriente: primero en diversos países africanos, luego en los años sesenta en Asia, y posteriormente Oceanía (Micronesia, 2007; Polinesia Francesa 2013). El año 2014 se registró un brote en Isla de Pascua, que se contuvo en pocas semanas; la infección fue confirmada en 50-60 habitantes1. En mayo de 2015 se confirmaron los primeros casos de virus Zika de transmisión autóctona en Brasil2. Lo que hemos presenciado desde entonces es la llegada y la expansión de un nuevo virus en un continente con el que no había tenido contacto previo y cuya población de 953 millones de habitantes carecía por completo de inmunidad. América ha tenido varias veces esta experiencia en los últimos 500 años, y algunas epidemias tuvieron consecuencias desastrosas para sus habitantes nativos (viruela, sarampión, influenza, fiebre amarilla). La travesía del virus para llegar a Brasil es descrita en una reciente carta de Didier Musso, y hay evidencia que sugiere que actualmente se encuentra en Cabo Verde, cerca de su lugar de nacimiento, con lo que habría completado la vuelta al mundo.